(Leopoldo Alas y Ureña, también conocido por su seudónimo Clarín; Zamora, 1852-Oviedo, 1901) Novelista español. Aunque nació en Zamora, donde su padre había sido nombrado gobernador civil, era de familia asturiana y a partir de los siete años vivió en Oviedo, ciudad a la que le uniría una estrecha relación y que se convertiría, de alguna manera, en la protagonista de su obra maestra, La Regenta. Estudió en Oviedo, con brillantes calificaciones, tanto en el colegio como en la universidad. Muy joven manifestó una exaltada afición por la literatura y una notable aptitud para el teatro y el periodismo satírico. Leopoldo fue el tercer hijo del matrimonio.
Doctorado y cátedra
El 1 de julio de 1878 obtuvo Leopoldo Alas el título de doctor en Derecho civil y canónico, con la calificación de sobresaliente. Presentó su tesis doctoral sobre el temaEl derecho y la moralidad en cuya edición puede verse la dedicatoria «A don Francisco Giner del Río, su sincero amigo y reconocido discípulo». Es el primer libro de Leopoldo que sale de una imprenta y el único en que no aparece su seudónimo Clarín.
Clarín como profesor
Se decía entre sus contemporáneos que para conocer a Clarín era necesario asistir a su cátedra de Derecho Natural. Según sus propias palabras, era partidario de sugerir a sus alumnos un hábito de reflexión mejor que enseñar una ciencia a secas y no se conformaba con enseñar una serie de preceptos a aplicar en el futuro. Sus lecciones solían empezar con un precepto de Justiniano y continuaba con citas de El Quijote o de Santa Teresa, para terminar con Tolstói, Renan o San Francisco de Asís. Muchos de sus alumnos no llegaban a entender este sistema y acusaban a Clarín de ser un «hueso» (serio, estricto, exigente y por lo general con fama de suspender). Clarín estimaba a sus alumnos cuando eran capaces de entender el espíritu de sus enseñanzas antes que la letra. Tenía un sentido de la justicia muy severo a la hora de calificar y nunca aceptó ni sobornos ni recomendaciones; se le acusaba de carecer de ningún tipo de benevolencia. La cátedra fue para Clarín una gran responsabilidad y una preocupación constante (según sus propias palabras) y se entregaba a ella con toda honestidad.
Enfermedad y muerte
Clarín venía arrastrando su enfermedad desde años atrás y en los primeros meses de 1901 se sentía ya exhausto.Una vez de vuelta a Oviedo sintió de nuevo y muy cercana su enfermedad. Allí fue acompañado constantemente por su sobrino el joven médico Alfredo Martínez García, que le diagnosticó una tuberculosis intestinal en último grado, enfermedad incurable en aquella época.El 13 de junio de 1901, a las siete de la mañana, murió Leopoldo Alas, a la edad de cuarenta y nueve años.
|
jueves, 27 de noviembre de 2014
Leopoldo alas clarin
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario