Fernando de Rojas y La Celestina
Calisto, un joven noble apuesto y de preclaro ingenio, penetra
persiguiendo a un halcón en la huerta donde se halla a Melibea, de quien
queda profundamente enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por
su criado Sempronio, decide encomendar su cuidado a Celestina, para
lograr por medio de ella el amor de Melibea. La alcahueta consigue
mediante artimañas que Melibea se enamore de Calisto. Los criados de
éste intentan explotar un beneficio propio la pasión de su amo: que
había prometido una cadena de oro a Celestina si lograba entre todos
enamorar a Melibea. Cuando esto sucede, los criados reclaman su parte y
ante la negativa de Celestina, la matan. Son apresados y ejecutados por
la justicia, de lo que Calisto tiene noticia al día siguiente. Concierta
una entrevista una entrevista nocturna con Melibea; sube por una
escalera de cuerda y cuando va a bajar para marcharse, se rompe la
escalera y Calisto se mata. Ante la muerte de su amado, Melibea sube a
una torre y se arroja desde ella tras declarar las causas del suicidio a
su padre. Termina la obra con el llanto y unas reflexiones morales de
Pleberio, padre de Melibea.